jueves, 19 de enero de 2017

Los misterios de La Ópera - Emanuel Matta







En 2006 hubo un pequeño revuelo en el mundo editorial mexicano. La editorial Plaza y Janés había publicado el libro Los misterios de la Ópera, firmado por un tal Emanuel Matta. Se sabía que era un seudónimo. La gran pregunta era quién se escondía detrás de ese nombre. Para el lanzamiento se había hecho una intensa campaña publicitaria en la que se señalaba que el autor era un escritor consagrado “que un día amaneció de buen humor para realizar un divertimento”. Empezaron a barajarse hipótesis. El autor era mexicano o por lo menos debía conocer muy bien el D.F. Alguien se arriesgó y sugirió que se trataba de García Márquez. El colombiano no dijo ni sí ni no.  

Ese mismo año un diario decidió contratar a un doctor en Estadística y a un grupo de especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México para que descubrieran la identidad de Emanuel Matta. La investigación se basó en tres pruebas que valoran la coherencia, la frecuencia de repetición de palabras y la cantidad de información vertida. Más allá de lo gracioso de creer que el estilo de un autor puede “capturarse” con estas variables, los números señalaron –con una certeza del 95%– a Carlos Fuentes. El revuelo creció. El escritor mexicano no hacía ninguna declaración que permitiera aclarar el misterio. En una entrevista en Madrid, cuando le preguntaron si había escrito ese libro Fuentes contestó: “Se lo han atribuido también a García Márquez y a Volpi. Que le den el caso a Sherlock Holmes”.

Hay quien dice que originalmente la idea era dar a conocer el nombre del autor una vez que la novela se hubiera convertido en un éxito de ventas.  Pero eso nunca pasó y la identidad de Emanuel Matta no fue revelada. 

Matta no es sólo el supuesto autor del libro sino también su protagonista: un cantante de ópera retirado que, luego de un accidente, decide dedicarse a resolver casos policiales desde la mesa del bar La Ópera, en la ciudad de México. Con la ayuda de una pareja de tenores llamados Fortunato y Jacinto, el cantante encontrará la explicación a cada uno de los enigmas que se le presenten. Un hombre en una silla de ruedas que se ha suicidado disparándose en el pecho, el robo de una caja de seguridad, un viudo que confiesa haber matado a sus tres esposas,  la muerte de una bailarina exótica, el asesinato de nueve prostitutas, el secreto que intenta transmitir una doble espía durante la Segunda Guerra Mundial.

El investigador tiene un estilo poco ortodoxo en relación a sus honorarios: sus clientes deberán pagar todo lo que consuma en el bar mientras dure la investigación. Los diálogos tienen como trasfondo la mención y descripción de los platos que van llegando a la mesa. 

Ambientadas en la década del 40, las historias son sencillas y lineales e incluyen, en algunos casos, pequeños homenajes a Oscar Wilde y Edgar Allan Poe.  El mayor misterio sigue estando fuera del libro. 


Eugenia Almeida

Publicado originalmente en Ciudad X




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